First 5 LA would like to congratulate the Best Start Metro LA Partnership for today’s feature in KPCC, a Southern California Public Radio public media member.
Originally penned by Dorian Merina, translated by First 5 LA and reprinted with permission.
La conversación a nivel nacional para combatir los actos de violencia con armas de fuego, no siempre está enfocada en los niños menores.
Pero cientos de madres y padres en el Área de Los Ángeles están tratando de enfocar su atención en encontrar formas para que las familias puedan promover comunidades más seguras, concentrándose en la reducción de la violencia doméstica y el acoso en las escuelas, así como la promoción de un estilo de vida más saludable.
Alrededor de 800 madres y padres se reunieron el fin de semana pasado en el California Science Center cerca del centro de L.A., para cerrar el ciclo de casi un año de una campaña dirigida por madres y padres de familia de Best Start Metro L.A., y más de 30 organizaciones asociadas. Grupos más pequeños de otras comunidades se han estado reuniendo semanalmente.
“Si alguien trae violencia adentro del hogar, los niños seguirán en el mismo círculo de violencia”, declaró en español Leticia Ortiz de 38 años, madre de dos hijas y una de las lideresas del grupo comunitario que se reúne los días jueves en el Richardson Park en South L.A. “Es por ese motivo, que nosotras como madres y padres, debemos enfrentar y romper ese círculo para que nuestros hijos no la perpetúen”.
El objetivo del evento del fin de semana fue lo que los organizadores llaman una “Compromiso dirigido a lograr una Cultura de Respeto”, el cual incluyó la crianza positiva y un reconocimiento a la igualdad.
Maribel Cepeda, Luz Hernández y Lety Ortiz (de izquierda a derecha), son algunas de las madres y líderes de la campaña Cultura de Respeto que están promoviendo diferentes grupos en comunidades locales, en su esfuerzo para enfrentar la violencia tanto en la casa como en la comunidad. Dorian Merina/KPCC
“Estamos tratando de cortar la violencia generacional”, declaró Edith Bedolla, gerente del programa en Koreatown Youth & Community Center, uno de los principales grupos de esta campaña. “Es algo que afecta a muchas familias porque es algo de lo no que se habla”.
“Pero hablar de temas tan delicados puede ser difícil”, dijo Bedolla. El estigma y los estereotipos culturales hacen difícil que algunos adultos se presenten para discutir la violencia. Si comenzamos al nivel de las familias, enfocándonos en el bienestar de los niños y jóvenes, los participantes tienen la esperanza de estimular un cambio que luego pueda difundirse en toda la comunidad.
“Con este programa, con estos talleres de trabajo, con este entrenamiento, [las familias] están comenzando estas conversaciones que no han sido iniciadas en el pasado”, dijo Bedolla.
Madres y Padres como líderes
Maribel Cepeda dijo que ella se unió después de un período de tratamientos de quimioterapia para su hijo, lo cual le despertó el interés para encontrar formas de apoyarlo en su recuperación, y de encontrar alternativas saludables para los jóvenes en su comunidad.
“A veces cuando los niños y niñas salen de la casa, se encuentran con tanta violencia,” dijo en español, Cepeda de 45 años. “Es con eso a lo que tenemos que enfrentarnos ahora”.
En el hogar eso puede ser complicado debido a la renuencia de hablar abiertamente acerca de la violencia.
“Muchas veces no decimos nada, nos quedamos callados”, dijo. “A veces aún en nuestras propias familias, la soportamos y ni siquiera nos damos cuenta”.
Ella se convirtió pronto en una de las madres líderes que se reúnen semanalmente en el parque Richardson. Al igual que muchos otros participantes, Cepeda es una madre que habla español e inmigrante. Como muchas otras, ella también vive en comunidades que, según las estadísticas de la policía de Los Ángeles, registran más crímenes violentos que otras áreas de la ciudad. Ella habló al margen del evento del sábado, el cual en cierto momento, presentó una actuación programada por los padres de familia donde se representaron soluciones pacíficas a hechos de violencia doméstica, y que finalizó con algunas niñas caminando hacia el público presente repartiendo rosas a las madres y padres.
“Esto es lo que debemos transmitir a nuestros hijos: el respeto a los demás”, dijo Cepeda.
Enfoque en los niños
Los niños pueden enfrentar a un mundo difícil y violento, aún al salir de la casa para dirigirse a su escuela, dijo Kimberly Espinosa de 11 años.
Kimberly Espinosa, 11, con su padre, Gil Espinoza y su madre, Luz Hernandez, dijo que los jóvenes como ella deben formar parte del esfuerzo para ponerle fin a la violencia en las comunidades locales. Dorian Merina/KPCC
“No solamente donde voy o donde van mis amigos, sino también puede ser en cualquier parte y a cualquier hora”, declaró Espinoza, cuya madre Luz Hernández de 48 años, es una de las madres líderes en su comunidad de Pico-Union.
Espinosa dijo que ella está esperando animadamente pasar al séptimo grado este otoño en una nueva escuela, pero ella ve como algunos de sus compañeros de clase tienen problemas en la escuela o en la casa.
“Ellos llevan sus problemas consigo y pueden entonces diseminarlos con sus familias”, declaró. Pero desde que su mamá se unió al programa, ella ha encontrado mejores formas para hablar abiertamente acerca de esos problemas con otras personas.
“Realmente apreciamos lo que hacen por nosotros, lo que también es importante para la comunidad”, dijo Espinosa.
Los organizadores dicen que el próximo paso en el año que viene, sería lograr que más hombres y niños participen, en lo que hasta ahora ha sido un movimiento conducido mayormente por madres de familia.
“Tradicionalmente, los hombres son vistos como autores de la delincuencia, los que causan la violencia”, dijo Bedolla del Koreatown Youth & Community Center. “Pero nosotros sabemos que estadísticamente, eso no siempre es verdad, que puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres. Y es por eso que realmente queremos comenzar estas conversaciones con niños jóvenes, con papás, para poder crear un movimiento que incluya a toda la familia”.